domingo, 16 de diciembre de 2012

VERONIQUE

Hoy conoceremos a Veronique, una mastina un tanto tímida de la mano de su madrina, María Jesús.


Veronique fue sacada de la perrera de Cuenca y con apenas tres añitos ya ha pasado por un abandono y un  fuerte miedo a las personas.

A principios de año comencé a subir ala protectora. Esther me enseño las instalaciones y me animó a pasear la jaula de Lua, Ulises, Lobita y Gortxo (los 2 últimos ya están felizmente adoptados), aunque realmente fue Kira la primera perrita que pasee.


Cuando a Lua la cambiaron con su compañero Aquiles, conocí a Veronique. Impresionante el miedo que manifestaba nada más acercarte a la puerta. Hasta que no he subido a la protectora nunca había visto un animal con tanto miedo, siempre con la mirada gacha y la cola entre las patas, los dos primeros días que salimos juntas nos quedamos en la puerta ( y ... hasta allí llegamos a rastras), no fue capaz de bajar la cuesta, así que me dediqué a dar muchos mimos y a cepillarla con cuidado de no tocar la cabeza para no amedrentarla más, si cabe.


En los siguientes paseos me seguía recibiendo temerosa pero conseguimos andar un rato más largo, eso sí, siempre detrás de mi, sin tomar ninguna iniciativa, como con miedo a que la alejará demasiado de "su casa".


El siguiente gran paso fue cuando me reconocía moviendo la cola, pero todavía tumbada,recostada contra la pared. Los paseos pasaron a ser más largos, conseguí que caminara con la cola relajada, incluso en alto y ella por delante, nunca tirando de la correa. De vez en cuando se tumba para que la hagas cosquillas. Solo cuando intuye la cercanía de un extraño volvçia a retraerse y tener miedo, mucho miedo, aún no había conseguido que se tranquilizase estando con un desconocido pero todo llegaría.


Al cabo de unos días me dió una nueva sorpresa. Me recibió en la puerta y apoyo una de sus manos en mi espalda. Toda una demostración de confianza y alegría.

Es una perrita muy inteligente, con unos ojos color miel que te conquistan. Ha avanzado mucho para el poco tiempo que puedo dedicarla (se que haya más voluntarios que la dedican tiempo), sólo subo el sábado o domingo, y tengo que compartirlo con Ulises y Lua.



Ha estado convaleciente de una intervención en una pata trasera y estuvo un mes sin pasear.

Actualmente está preciosa y radiante, cada vez tiene menos miedo a las personas, la encanta salir a pasear y estar con su compañero de convalecencia Russell. Pero aún así necesitaría un hogar.


Ella estaría muy bien en una casa con mucho espacio, pero lo que realmente quiere es estar acompañada apoyando su cabeza en tu regazo.